Un hombre de 36 años se burla de un oso hambriento y recibe una dolorosa lección.
Sucedió en un monasterio de Tailandia donde los monjes mantienen alrededor de dos docenas de jabalíes en un pequeño recinto y un oso en una jaula que cuidan y permiten a los huéspedes que lo alimenten. Sin embargo el individuo con sus 4 amigos se dedicaron a burlarse de la comida del pobre oso.
A pesar de lo aparatoso del ataque el hombre se recupera
de sus heridas.
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