Sucedió en Nava de la Asunción. Allí, hace ocho meses, nació Jacinta, una ternera muy especial, distinta a las demás. El ganadero Lorenzo Jorge Cuevas creyó, al verla por primera vez, que la madre le había pisado la cabeza, que aquello no era normal, que tenía un hocico partido por la mitad o en todo caso dos hocicos.
Sorprendente. espero que la ternerita se salve
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