El vertido del carguero Rena comienza a llegar a las costas de Nueva Zelanda. Decenas de vecinos se han puesto a limpiar las playas de Tauranga, un importante destino turístico de la isla. El buque quedó encallado el pasado miércoles con 1.700 toneladas de combustible pesado a bordo. Euronews ha contactado a Barry Connolly, un pescador que vive frente al buque varado el pasado miércoles.
Video reportaje Euronews
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