Cuarenta especialistas del Servicio de Montaña de la Guardia Civil realizaron un ejercicio de espeleosocorro en Cantabria. Trataban de simular, con el mayor realismo posible, un operativo de rescate de un espeleólogo accidentado a 230 metros de profundidad; para ello han elegido la cavidad Regato Calero situada en el municipio de Rasines.
Los rescates de accidentados en cuevas son de los más complejos y difíciles que existen. Requieren de gran cantidad de medios personales y materiales y equipos muy bien entrenados. Por este motivo desde la Guardia Civil se organizan actividades como esta que se enmarca dentro de unas jornadas monográficas de coordinación y gestión para espeleosocorro, cuya primera parte se desarrolló en Jaca, y están dirigidas a componentes del Servicio de Montaña del cuerpo.
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