La Policía de Nueva Zelanda abate a un pastor escocés llamado Grizz de tan solo 10 meses de edad y que estaba siendo entrenado para detectar explosivos.
Los agentes le persiguieron durante horas después de que se escapara hacia la pista de despegue del aeropuerto de Auckland. Se desconocen los motivos de su repentina huida pero tras intentar atraerlo sin éxito con comida, juguetes y otros perros decidieron abatirlo.
Más información.
Más información.
No hay comentarios:
Publicar un comentario