Greenpeace despliega una pancarta gigante en Sevilla contra las eléctricas que deciden sobre la salud de los ciudadanos

Acción hoy 1 de junio en Sevilla. -Foto Greenpeace-
Fuente: Nota de prensa de Greenpeace.

Seis activistas de Greenpeace han desplegado una pancarta de 65 metros con el lema “AQUÍ NEGOCIAN CARBÓN POR SALUD” en la fachada lateral del hotel Meliá Lebreros de Sevilla, donde a partir de hoy 1 de junio y hasta el próximo día 9 se reúnen las delegaciones de los distintos países europeos para decidir los límites para la nueva Directiva Europea de Emisiones Industriales.

La organización ecologista denuncia la participación de representantes de la contaminante industria del carbón en la delegación del Gobierno de España y de otros países y exige su inmediata expulsión. Ataviados con mascarillas protectoras contra la polución, otros cuatro activistas de la organización ecologista han recibido también a todos los representantes a su llegada a esta reunión clave para recordarles que deben defender los intereses de toda la ciudadanía. Portaban sendas pancartas de mano en las que se leía “Las eléctricas negocian tu salud aquí y ahora” y "Stop killer coal“ (”El carbón mata. Paradlo", en inglés).
"Es completamente inaceptable que sean las propias industrias que contaminan la atmósfera las que fijan los límites de emisiones para toda Europa, una decisión que afectará directamente a la salud de los ciudadanos y frenará la lucha contra el cambio climático", ha declarado Tatiana Nuño, responsable de la campaña de cambio climático de Greenpeace. “Es un triste ejemplo más de las puertas giratorias que rigen la industria energética en España: mientras la eléctricas deciden las normas que les convienen, el Gobierno se pliega a sus intereses para frenar las energías renovables, las únicas que aportan una solución real a la contaminación”.
El pasado mes de marzo Greenpeace destapó este escándalo europeo en el informe Cortinas de Humo, al demostrar que además de los 137 puestos oficiales reservados para los representantes de la industria en estas negociaciones, había al menos otros 46 de ellos dentro de las propias delegaciones de distintos gobiernos que son empleados de la industria o pertenecen a sus grupos de presión. España ostentaba el récord de esta presencia del lobby energético en los órganos de representación de todos los ciudadanos.
De sus doce representantes gubernamentales, ocho pertenecían a las eléctricas: Iberdrola, Endesa (2 personas), Gas Natural (2 personas), Elcogas, HC Energía y la patronal de las eléctricas, UNESA. La investigación de Greenpeace confirmó que el segundo país europeo con más representantes de esta industria contaminante en su delegación gubernamental es Grecia (7 de 7), seguido de Croacia (6 de 6) y Reino Unido (5 de 9). Tras salir a la luz esta información de Greenpeace, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente aseguró a la organización ecologista haber reducido a siete a los representantes de la industria entre sus filas, entre los que se siguen encontrando cuatro representanes de las eléctricas (Elcogas, Endesa, HC Energía y la patronal Unesa).

Por detrás de China y EEUU

Según el último borrador de las negociaciones, los límites de contaminación permitidos en las centrales de carbón situará a la Unión Europea por detrás de China y Estados Unidos.
"La Unión Europea debe poner unos límites de emisión mucho más estrictos de los que quiere la industria, con criterios de salud para los ciudadanos y para la sostenibilidad del planeta. No puede permitir que sean los que contaminan los que negocien esos límites", ha subrayado Nuño.
La combustión del carbón es la mayor fuente de emisión europea de dióxido de azufre (SO2 ) y mercurio, además de una de las mayores fuentes industriales de emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) . Los efectos de estas emisiones sobre la salud de la población europea van desde el aumento del índice de muertes prematuras en más de 22.000 muertes anuales en Europa al agravamiento de las enfermedades respiratorias crónicas. La exposición a partículas atmosféricas (PM2,5) aumenta el riesgo de muerte por enfermedades cardiacas y respiratorias y por cáncer de pulmón, además de acortar la vida de entre 6 a 12 meses en la mayoría de los países europeos.
Aplicar las mejores técnicas disponibles para establecer unos límites de emisión más estrictos supondría un ahorro para la Unión Europea de cerca de 6.000 millones de euros anuales, teniendo en cuanta los efectos que causan estos contaminantes en la salud por mortalidad, ingresos hospitalarios, bronquitis crónica, enfermedades respiratorias y cardiacas y pérdida de productividad en días de trabajo. Así lo ha desvelado el último informe de Greenpeace, XXX.
La nueva normativa europea que definirá los límites de emisiones contaminantes permitidos para las grandes instalaciones industriales de combustión se aprobará previsiblemente a principios de 2016, pero lo que se decida estos días en Sevilla será crucial para la nueva Directiva.

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